La Reebok DMX fue una de las zapatillas más futuristas de los 90. Igual que ocurre con la InstaPump Fury, son zapatillas que de salir al mercado ahora nos seguirían pareciendo novedosas...
En su día me gustaron muchísimo, sobretodo su suela y mediasuela, pero no pude tener un par. Tampoco se vieron mucho por la calle, al menos aquí en Zaragoza. Para los que no las pudieron disfrutar entonces y para los que las descubran ahora por su 20 aniversario, esta es una buena oportunidad de hacerse con un par.
Me viene a la memoria un reportaje de Fermín Cacho en el que entrenaba con ellas haciendo cross por tierras sorianas. La DMX estaba diseñada para el rendimiento en terrenos menos cómodos que el tartán.
Como os decía, la suela de esta zapatilla era realmente impactante entonces, al tener un conjunto de cámaras de aire situadas en ciertos puntos de contacto. Al impactar con el suelo, el aire se comprime y se desplaza hacia las diferentes zonas, creando una retroalimentación cinestésica de los músculos.
A parte de estas innovaciones técnológicas, su aspecto también me resultaba de lo más atractivo. La lengüeta y el sistema de lazada, la malla balística acolchada del upper y la musculosa mediasuela especialmente llamativa en el talón.
