jueves, 2 de julio de 2015

Behind the scenes: Nike Air Max 95

Su afilada silueta, el toque de color neón y la cámara de aire visible en la parte delantera fueron sus señas de identidad en 1995. Estos rasgos característicos son hoy todo un icono para la marca del Swoosh y para el mundo del streetwear. Por supuesto estoy hablando de la Nike Air Max 95 y sus 20 años en escena.

El proceso de creación de una de mis zapatillas favoritas no habría tenido lugar si en 1990 el diseñador Sergio Lozano no hubiese fichado por Nike. Centrado hasta este proyecto en tenis y en la línea ACG, fue sondeado en 1994 para hacer su primera incursión en el running. Cuando aceptó, seguramente no sabía que estaba a punto de diseñar un modelo que rompería moldes.

Por aquel entonces, en 1994, el baloncesto era el deporte rey para la casa de Portland así que este proyecto era muy importante para que el running no se quedara atrás. Necesitaban por tanto algo innovador, atrevido y provocativo (y vaya que lo consiguieron...). 

Las estriaciones laterales de la AM95 deben su inspiración a una tarde contemplando los paisajes de Beaverton. "Estaba mirando los árboles del otro lado del lago, empecé a imaginarme el proceso de la lluvia erosionando la tierra, y pensé que sería interesante que el producto perfecto fuera descubierto debido a la erosión", cuenta Lozano.

Pese a que ese primer boceto permaneció así unos meses, no era suficiente para Lozano. Había que crear algo único. Aquí llego la cámara de aire visible en la parte delantera. Pero seguía faltando algo... "Me acordé de algo que Tinker Hatfield decía siempre que trabajaba en otros proyectos: ‘Muy bien, ya tienes un gran diseño, pero ¿cuál es tu historia?".

Es entonces cuando Lozano echó mano de los libros de anatomía de la biblioteca de diseños de Nike y llegó el primer prototipo de AM95 inspirado en las costillas, vértebras, músculos y piel del cuerpo humano.

En un principio ni si quiera iban a incorporar el Swoosh porque el diseño de la zapatilla no permitía alterar el empeine. Finalmente, se incluyó en la parte trasera.

Llegaba entonces el último escollo, los colores originales. “En Oregón las personas corren por senderos en días lluviosos, y cuando no han corrido ni diez kilómetros las zapatillas ya parecen gastadas. Mi idea era disimular un poco este hecho”, dice Lozano. En cambio tuvo problemas a la hora de la elección de los grises porque según le decían era un color que no vendía. Del negro de la suela se va degradando el color en grises de abajo a arriba hasta llegar a las bandas en color neón como guiño al kit de carreras más característico de Nike.

Ya entonces tuvo un impacto inmediato no solo en usuarios de rendimiento sino en la calle y hoy 20 años después sigue siendo uno de los miembros destacados de la familia Air Max y cada reedición sigue siendo un éxito. Son sin duda una de las zapatillas más importantes de la historia.

Por su precio, en su época me fue imposible hacerme con ellas ya que mis esfuerzos para que mis padres me comprasen zapatillas iban destinados a calzado de baloncesto (era cadete de primer año por aquel entonces). Me pude hacer un par mucho más tarde y las disfruto cada vez que las uso.


















Sergio Lozano, diseñador de la Air Max 95